top of page

Barrio Rojo de Ámsterdam:
Lencería, coffeeshops y comida rápida.

7d125a16750f8fca7087ef15ff987bef--naive-art-amsterdam.jpg

Es el barrio chino más famoso del mundo. Aquí las prostitutas se exhiben como Barbies dentro de su caja, en un ambiente de naturalidad y turisteo. Reunidas por nacionalidades y especialidades amatorias, su efigie se muestra en una de las zonas más antiguas de Amsterdam. Fé de ello dan dos de las iglesias más ancianas de la ciudad así como edificios emblemáticos como el Waag o la Schreierstoren. Pero no sólo se respira sexo en este lugar. Viejas calles, del barrio, muy degradadas hace años, han sido rehabilitadas y adornadas con tiendas, coffeeshops, bares y restaurantes a buen precio que difícilmente encontraremos en otras partes de la ciudad. 

​

"Cásate deprisa.

Arrepiéntete con calma".

​

Los primeros testimonios que dan noticia del ejercicio de la prostitución aquí en Amsterdam se remontan al siglo XIII, época en la que la ciudad se desarrolló como puerto de mar. Desde entonces siempre hubo por parte de las autoridades iniciativas para reglamentar el comercio carnal y para ubicar a estas mujeres en lugares dedicados a esta actividad. Actualmente existen más de 5.000 prostitutas legales cuya actividad imita a aquellas "profesionales" dispuestas a aliviar el apetito de los marineros tras una larga abstinencia en la mar. Entonces se decía que iban a hacer el St. Nicolás, expresión que aludía a un triple atributo a este santo que era, a su vez, patrón de los marineros, de las prostitutas y de la ciudad. Estas mujeres tenían prohibido salir de la zona con la amenaza de ser obligadas a volver a su sitio acompañadas de alguaciles y en un paseo al son de flautas y tamboril. Hubo un intento de prohibir la prostitución tras la Reforma protestante, cuando moralistas y calvinistas intentaron que dicha actividad desapareciera. El resultado fue la aparición de una multitud de burdeles clandestinos. La prostitución fue aceptada de nuevo y reconocida como una profesión más, siempre y cuando se ejerza en locales autorizados y las mujeres se sometan a controles médicos rutinarios y se den de alta en la Seguridad Social.

​

​

2a586f1c-e01f-4eac-84c1-42ff17cc5207_800x600.jpg

Pero no todo es lujuria en el Barrio Rojo. Museos, edificios históricos, canales y coffeeshops acompañan a los rojos escaparates. Ejemplo son el Museo del Tatuaje o el Museo del Hachís, la Marihuana y el Cannabis, el único en Europa que muestra la historia de estas plantas y sus muchos usos. Y es que en esta zona se encuentra la mejor muestra de coffeeshops de la ciudad, locales en los que es legal consumir lo que se denomina como "drogas blandas" o "drogas inteligentes", aunque no en todos se permite fumar tabaco o consumir alcohol. La carta de estos cafés abundan en marihuana en varias formas como tés, pipas de agua, magdalenas o pastelitos. Sin embargo, de los casi 1.000 coffeeshops que existían en Ámsterdan hace una década, apenas sobreviven unos 300 debido a la presión que los países vecinos ejercen sobre el gobierno holandés, muy reacios al viajero que persigue este tipo de turismo. Es importante recordar que fuera de estos establecimientos el consumo de drogas en Ámsterdam está totalmente prohibido.

​

​

​

agustin-ljosmyndun-jEUTUHJEcS0-unsplash_1200x.webp
    bottom of page